22 ago 2011

Recortes sociales y austeridad hasta el infinito y mas allá (to infinity and beyond)


La situación de crisis económica y la desconfianza en la clase política se han configurado en los últimos años como el primer y tercer problema que más preocupan a la ciudadanía.

Hasta hace poco la izquierda ha ondeado a menudo la bandera de los derechos cuando hablaba de las pensiones. Ahora sumisa acepta los dictados de los mercados y endurece las condiciones para acceder a una pensión digan, incluso liquidando de un plumazo el derecho al 100% de la jubilación de aquellos que ya habían cotizado 35 años. A partir de ahora para acceder al haber jubilatorio pleno, es decir, sin descuentos, se necesitan un mínimo de 37 años cotizados

En cambio, la receta liberal es sencilla: que cada uno se jubile cuando le dé la gana y que cobre en función de lo que haya aportado a lo largo de sus años de trabajo. Algo tan sencillo, comprensible y claro que es difícil encontrar un argumento en contra. Salvo el de los intereses creados de unos políticos (de todos los partidos) que quieren tener en su poder un instrumento electoral tan poderoso como son las pensiones.

Desde el profundo análisis de la situación actual; más de la mitad de los pensionistas españoles cobran menos de 800 euros a los 65 años. Y sin ningún capital acumulado que poder llegar a sus descendientes en caso de fallecimiento. Con el sistema actual, si un trabajador muere con 65 años, todo lo que ha cotizado se evapora; con un sistema de capitalización, se lo quedarían sus herederos. Además si tienes la desgracia de quedarte sin empleo los últimos años de tu vida laboral, aunque tengas cotizados 40 años el sistema te penaliza con una jubilación miserable. Existe la posibilidad de complementar las cotizaciones pero supone un esfuerzo económico importante, a esto añadimos las dificultades individuales y la desesperación de no encontrar un empleo y salario digno los últimos años de nuestra vida laboral.

Hay numerosos estudios realizados sobre cuánto podría ganar un ciudadano si capitalizara (invirtiera) lo que le quita cada año la Seguridad Social. Las conclusiones a las que llegaron no pueden ser más demoledoras para el sistema público en vigor.

En estos tiempos de crisis en los que quieren recortar derechos y prestaciones de los más desfavorecidos con la coartada del déficit a la sombra de un recorte de gasto público.

Nos quieren hacer trabajar más años por menos. Los jóvenes no pueden acceder al mundo laboral y los pocos que lo consiguen lo hacen en precario. Para subir la media de edad de nuestras jubilaciones amplían los años de vida laboral, así matan varios pájaros de un tiro… preparando, de nuevo, el camino a los banqueros y sus planes de pensiones privados. Los prejubilados de las grandes empresas lo seguirán haciendo en condiciones ventajosas y los currantes del montón deberán exprimir sus últimos años de fuerza motriz en intentar llegar con fuerzas suficientes para cobrar la mísera pensión máxima calculada a la baja por alguno de los parámetros oscuros que la legislación esconde.


La feudal democracia se está convirtiendo en recaudadora para banqueros y especuladores. Los que defienden que todavía el sistema se sustenta en una base de bienestar se están quedando sin argumentos. La situación económica y los abundantes y abusivos recortes que estamos sufriendo muchos ciudadanos nos están asfixiando hasta límites que no eran imaginables mientras sinvergüenzas de postín pasean por las calles con el cuello bien alto y los bolsillos bien llenos.

Pues bien, con todo este panorama se hace necesario reivindicar, alto y claro, nuestra receta; Lo primero, las personas.

3 comentarios:

  1. Cada día estamos pero tratados ¡¡¡

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  2. El que estemos pasando por una crisis tan fuerte como la actual es ya de por sí duro y traumático, pero lo es más aún cuando ves las diferencias de trato a los trabajadores, según tenga la suerte o la desgracia de estar en una u otra empresa.

    Yo en el tema de las prejubilaciones la verdad es que salto con cada nuevo caso del que me entero, de otro nuevo jubilado que no se ajusta a esas premisas marcadas por el gobierno de jubilarse a los 67 con los 37 años cotizados o ni siquiera a los 65 con los 35 cotizados, si no bastante menos en ambos conceptos. Y encima, resulta que si te quejas por ello, mucha gente te dice que encima no te quejes de ser mileurista y de tener un trabajo estable y bla,bla,bla.... en fin, que encima tenemos que poner una gran sonrisa ante esas diferencias y desigualdades. Un abrazo APU,

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  3. Fantástico artículo. No puedo estar más de acuerdo, así como con la acertadísima Nieves. ¿Encima hay que dar gracias y poner una sonrisa con nuestro sueldo infra-mileurista? Yo ni siquiera llego a los mil euros, aunque me considero un afortunado, no me quejo, pues tengo una situación, gracias a Dios, bastante buena y privilegiada, dado el panorama que nos rodea. Pero tengo ojos y veo lo que está pasando, y es una situación bochornosa insostenible. Saludos

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